Parques y Jardines

Durante el año se realizan actuaciones de prevención de esta plaga de orugas que se intensifican con la subida de temperaturas.

Gregorio Oraá, concejala de Servicios a la Ciudad: ‘Estamos realizando labores de control en zonas de pinares donde hemos detectado una mayor presencia de estas larvas’.   


La concejalía de Servicios a la ciudad a través de la Sección de Parques y Jardines está llevando a cabo desde el mes pasado el programa de control de la oruga procesionaria en la ciudad. La bajada de la oruga procesionaria desde las copas de los pinos hasta el suelo se acentúa a medida que aumentan las temperaturas. Es por este motivo que, en los últimos días, hayamos visto largas hileras de estas orugas en su marcha para buscar un lugar donde enterrarse y empezar su metamorfosis.

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La concejalía de Servicios a la Ciudad, a través de la sección de Parques y Jardines, está realizando diferentes tratamientos para minimizar su impacto. El concejal responsable de este departamento ha comprobado cómo se están desarrollando estos trabajos en el pinar que hay frente al HGUCR, labores de las que se encargan oficiales de la empresa INDITEC.

‘1200 pinos en Ciudad Real’

Gregorio Oraá, acompañado de técnicos de su concejalía, explica que “el protocolo empieza en los meses de agosto – septiembre que es cuando comienzan a ponerse trampas de feromonas para coger a los machos adultos evitando así su reproducción, se inyecta un producto en los troncos de estos árboles para que las orugas que intenten alimentarse de sus hojas se vean afectadas y en el mes de febrero, se colocan una especie de bolsas en las copas para que las larvas no puedan bajar de los pinos, bolsas que se van retirando periódicamente”. 

Gregorio Oraá asegura que “todos estos medios de control son innocuos para la población y cumplen con la normativa vigente”.

José Arrieta, el jefe de sección de Parques y Jardines del Ayuntamiento, reconoce que dentro de los programas de control que se realizan, “la oruga procesionaria está cubierta de pelos urticantes que se desprenden y puede provocar reacciones alérgicas como irritación en oídos, nariz y garganta, y en mascotas, el contacto con la lengua o una picadura, conllevaría graves heridas o incluso la muerte”.

Desde el servicio de Parques y Jardines señalan que en el caso de que se descubra alguna “procesión” de estas orugas, la forma de actuación es clara: no tocarlas, si hay niños alejarlos, y avisar a la Concejalía de Servicios a la ciudad (926 271 055) y al Área de Parques y Jardines (jardines@ayto-ciudadreal.es), que las retirará automáticamente.

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