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Los mejores ciclistas del país en categoría sub 23 se darán cita en Ciudad Real para participar en una prueba que crece y cambia de formato con la celebración de una contrarreloj desde el Polideportivo Rey Juan Carlos hasta La Atalaya y de una jornada en ruta de 150 km, con salida y meta desde la avenida del Torreón.

Los aficionados al ciclismo en Ciudad Real van a poder disfrutar de la segunda edición del Cinturón de La Mancha que este año crece para convertirse en una prueba Challenge de dos días. El primero, sábado 9 de agosto, constará de una contrarreloj individual con salida desde las inmediaciones del Polideportivo Juan Carlos I y meta en el parque forestal de La Atalaya. Y el segundo día, domingo 10 de agosto, los participantes recorrerán una ruta de 150 km por las carreteras provinciales con salida y meta en la avenida del Torreón.

El concejal de Deportes, Pau Beltrán, se ha mostrado muy satisfecho con la novedad que presenta este año el evento, “de gran nivel y que vuelve a poner a Ciudad Real en el mapa nacional”. El edil ha destacado la importancia del turismo deportivo que está atrayendo la capital con las numerosas competiciones de alto nivel que se han venido organizado, “que está teniendo un impacto muy grande en nuestra ciudad”.

Fucicam organiza el II Cinturón de La Mancha, con el patrocinio de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento de Ciudad Real. En Ciudad Real se darán cita quince de los principales equipos de España, compuestos por ocho ciclistas cada uno, con lo que serán 120 los corredores que competirán por alzarse con el triunfo final. El presidente de la Fundación Ciclista de Castilla-La Mancha, Félix Rubio, ha subrayado el gran interés que va a despertar en los aficionados al ciclismo el cambio acometido este año en el formato con una contrarreloj que acabará en la subida a La Atalaya, con un desnivel máximo del 14%.

Rubio ha señalado que el cambio de formato dotará también de un mayor interés a la segunda etapa, la ruta de 150 km que se celebrará el domingo 10, puesto que los equipos tendrán que gestionar las diferencias de tiempo que se hayan producido en la contrarreloj para intentar ganar la competición.